CUNTIS, VILLA TERMAL


Cuntis es conocido por sus aguas termales ya desde la antigüedad. La cultura romana, que supo apreciar las calidades de las burgas y de las aguas minerales, dejó muestras de su filosofía por estas tierras, y así lo testimonian los numerosos hallazgos arqueológicos de aquel tiempo, el que nos hace ver la Cuntis como un antiguo centro termal romano.


BURGA

 Monedas con las imágenes de los emperadores Nerón y César Augusto, fueron encontradas en el manantial de agua caliente "Fuego de Dios". El hallazgo descubría más de 500 monedas de bronce en el pozo de esta burga, que probablemente había sido un lugar terapéutico y de carácter sagrado en el que poder entregar ofrendas a los dioses protectores y a las divinidades curadoras.

JARDINES DEL HOTEL LA VIRGEN


Vemos, por consiguiente, que el contorno de la Plaza de Galicia tiene mucha potencia arqueológica. En este lugar se descubrieron cuatro aras romanas y una basa de una columna de estilo toscano. Un baño cuadrado hecho en argamasa aparecía como un nuevo hallazgo, así como la efigie de una supuesta Minerva Médica elaborada en bronce y adherida a esa "piscina".

A tenor de esto, Cuntis asemeja que fue una importante ESTACIÓN TERMAL DE ÉPOCA ROMANA, con templos dedicados a los dioses protectores de las aguas e instalaciones terapéuticas.



En la actualidad, junto con A Toxa y Mondariz, Cuntis puede considerarse un referente en el termalismo de Galicia. Son 19 los manantiales que manan de su subsuelo a diferentes temperaturas que van de los 18° a los 59°, y con variadas propiedades terapéuticas.

En lo referente a su composición química, están calificadas como "aguas minerales medicinales Sulfurado-Sódicas-Termales", que alivian las dolencias de tipo reumático, respiratorio e incluso cutáneo.


Con el objeto de tomar los baños curativos y relajantes pasaron por estas tierras personas relevantes de la cultura gallega como Rosalía de Castro, Manuel Murguía, Eduardo Pondal, Ramón Cabanillas, Antonio Rei Soto... así como millares de personas anónimas que buscaron el alivio de sus dolencias y momentos de descanso.

Además de estos magníficos manantiales, el paseo por la Villa Termal nos irá descubriendo un patrimonio creado al amparo de estos.

Localizada en el centro de la villa, la IGLESIA DE SANTA MARÍA fue reconstruida en la primera mitad del S. XVIII a partir de la fábrica de su predecesora románica. 


 


Tiene torre para el campanario y espadaña, planta de cruz latina y en su interior se distribuyen seis altares con numerosas imágenes religiosas de importante valor artístico, talladas por escultores como Gambino, Xosé Ferreiro, Francisco Asorey y Uxío Souto. Destacan entre otras piezas la Dolorosa, la Virgen del Carme, el Cristo Yacente (que además es articulado) y todo el conjunto de imágenes localizadas en el altar mayor.



Aunque este templo conserva una fisonomía propia del barroco, sus orígenes habría que buscarlas, cuando menos, en el S. XI, cuando formaba parte de las instalaciones cenobíticas del monasterio de Santa María de Termis. 



Junto al templo, a la sombra de unos hermosos tilos, se encuentra la praza das árbores ocupando el recinto que antaño formaba parte del patrimonio de la CASA GRANDE DOS CASTRO (hoy Casa de la Cultura Roberto Blanco Torres), de ahí que se haya conocido en otros tiempos con el nombre de la Huerta de las Señoritas, en relación a aquellas mujeres de la burguesía cuntiense que allí residieron.
 

Esta Casa Grande dos Castro es una de las arquitecturas señoriales más importantes del núcleo urbano. A comienzos del siglo XIX se creó, (merced de la filantropía de D. Pedro María Cisneros de Castro, II Conde de Ximonde), una fundación hospitalaria que facilitaba que aquellas personas que no pudieran pagar los baños hicieran uso de las aguas. Con el tiempo, la fundación hospitalaria se trasladaría a este edificio, de ahí que sea conocido popularmente con el nombre del HOSPITALILLO.


Desde aquí cruzamos hasta la Praza de Ferrol, a la que asoma la Rúa Colón, popularmente conocida como Calle del Medio es también una de las más antiguas del centro urbano. Cuando a comienzos del S. XX diversos intelectuales gallegos (entre ellos Celso García de la Riega) defendían la nacionalidad gallega de Cristóbal Colón, muchos ayuntamientos optaron por ponerle el nombre del almirante a alguna de sus calles, como fue el caso de la Villa de Cuntis, que le regaló una de las más céntricas.


Nosotros decidimos seguir nuestro paseo por la antigua Calle Real, hoy calle del Balneario. Casas barrocas y neoclásicas conforman esta calle, en la que también se sitúan los dos hoteles más representativos de la Villa Termal. Frente a estos se encuentra la BURGA DE LA CALLE REAL, que mana a una temperatura de 53°.


Nos adentramos en el HOTEL LA VIRGEN, un inmueble ideado (o bosquejado cuando menos) por el arquitecto gallego Antonio Palacios,...


... para recorrer sus amplios y cuidados jardines, lindando con el Río Gallo.



Junto a este imponente hotel,  podemos ver el edificio del HOTEL CASTRO DO BALNEARIO, una antigua casona tradicional gallega rehabilitada, en la que se han conservado todos sus elementos singulares.  Dispones de piscina en su amplio jardín y un cenador bajo un olmo centenario.


Salimos de los jardines, para asomarnos al puente que salvado el Río Gallo nos devuelve al Casco Histórico.



A nuestra derecha, en los terrenos que antiguamente había ocupado la casa de baños del Barrizal, se encuentra el moderno e impresionante BALNEARIO LOS FORNIÑOS con numerosas instalaciones, en las que podremos realizar diferentes tratamientos lúdicos y terapéuticos.


Seguimos el paseo hacia uno de los recintos urbanos más antiguos de toda la villa, la Praza de Galicia, pues como ya comentamos al principio, aquí se encontraron numerosos hallazgos arqueológicos de época romana y aún sigue brotando a 59° la BURGA LUME DE DEUS (Fuego de Dios), empleada por los vecinos por sus propiedades medicinales (lamentablemente en pleno mes de Julio, el manantial permanecía cerrado).


En este lugar se irguió muy posiblemente la desaparecida Casa-Torre de la Villa del Baño, existente en el S. XV, hoy en su lugar podemos visitar los curiosos LAVADEROS MUNICIPALES, que tienen la particularidad de utilizar: tanto agua caliente y termal, que gorgotea a 59°C del manantial "Fuego de Dios"; como agua a temperatura ambiente.



Situados en un edificio de piedra de cantería, con techumbre de teja y armazón de madera, resguarda cinco pilones de agua termal y seis de agua fría.



Se tiene constancia de que ya por el S. XVIII, concretamente en 1756, estos lavaderos, a la sazón constituidos por un único pilón (grande y comunal), se aprovechaban de ese manantial.


Visitamos también el antiguo Campo de las Codeseiras, hoy Praza da Constitución o popularmente llamado Campo de la feria. Este espacio ya no se emplea para celebrar las ferias pero si las fiestas. Cuenta con: un palco de la música, en piedra del país y hierro forjado; palomar y hórreo procedentes de la huerta de la casa rectoral.




Finalizamos nuestro recorrido (a sabiendas que nos dejábamos mucho por explorar), en el CONVENTO DE SAN BIEITO, conocido popularmente como "o das monxas do Pereiro".


Las recientes instalaciones monásticas están localizadas en un cerro próximo al Casco Histórico desde el que tendremos unas extraordinarias vistas.
En 1868 Carme Baliñas de Castro, hidalga natural de estas tierras, luego de tomar los hábitos decide fundar en el lugar de Pereira un convento que observara la regla de San Benedictino.


Aunque algunas construcciones pueden ser anteriores a la fundación monástica, del conjunto de edificios destaca una hermosa fachada conventual, de estilo neoclásico, presidida por la imagen del patrono. 
 

En el recinto de entrada, un amplio portón coronado de una cruz de piedra y un par de pináculos, reciben al visitante, para entrar en la atractiva placita que se conforma con: la iglesia; la casa del capellán; el pozo y un hermoso crucero.


En el crucero se puede observar una representación de Cristo por un lado...

 

 y de la Virgen de las Angustias por el otro;...



 ... en la base aparecen una serpiente y cuatro calaveras situadas en las cuatro esquinas.



Pegado a este, se encuentra un peto de ánimas de bella factura y curiosa iconografía.


Se trata de un convento de clausura del que solamente puede verse una pequeña parte (portería, iglesia y huerta). Es un edificio de grandes dimensiones que cuenta con numerosos añadidos posteriores.


Como curiosidad en su interior, el altar mayor, de aires clasicistas, busca semejanzas (más allá de las obvias diferencias) con la columnata de Bernini de la basílica vaticana de San Pedro, y se conservan varias imágenes religiosas de importante valor, entre otras: un San Bieito y su hermana Santa Escolástica; junto al popular "Demo de Pereira", escultura en la que se representa al arcángel San Miguel que mata a Satanás.







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