MUIÑO DAS TORRES, VIMIANZO

El molino se situó en la zona intermareal de la desembocadura del río de Cereixo o de Tufións, margen izquierda de la desembocadura del río Grande en la RÍA DO PORTO y en el interior de la ría de Camariñas, paraje conocido como Pozo de ranas.




Las TORRES DE CEREIXO, un castillo del siglo XV transformado en pazo en el siglo XVII por la casa de Altamira, acogen la historia del MUÍÑO DAS TORRES, que comienza el 12 de marzo de 1674, fecha en la que el Maestro de Campo don Juan Taboada Ribadeneira, Señor da Pobra do Cereixo, otorga un foro a favor de los hermanos Andrés y Pedro de Espasante “para que puedan levantar uno o dos molinos en renta por tiempo de la vida de tres Señores Reyes Católicos de España que comienzan con la vida de Carlos II”.


El molino paso arrendado de unas manos a otras, hasta que las torres de Cereixo, y con ellas el molino, serían vendidas en fecha indeterminada (quizás 1940) a un particular, Eliseo Moreira, quien va a continuar empleando como “muiñeiro” a Celedonio Trillo Lema, quien trabajará aún más de veinte años en el molino. Tras la muerte de Celedonio, en diciembre de 1962, continuaría por un tiempo al frente del molino su hijo, Raúl Trillo Pérez, conocido como "Raúl del molino". En el año 1967, ya abandonado, el molino de las Torres va a ser adquirido por José Manuel Rey de Viana, coreógrafo y fundador con su mujer, Victoria Canedo, del Ballet Gallego, que lo restaurará y adaptará cómo segunda vivienda. Desde su muerte, en el mes de octubre de 1995, el molino permanece cerrado.


El edificio tiene dos cuerpos, con fábrica de cantería en la planta baja, que conforma la presa y el infierno del molino, y en la planta alta, acogía los molinos y dependencias anexas, hoy acondicionada como vivienda. Las dimensiones exteriores de la planta son de 8’75 por 22 metros, con muros de 85 centímetros de grueso. La cubierta del edificio, de teja del país, es a dos aguas, con tres mansardas en la vertiente del norte.


La presa del molino, planta baja del edificio, finaliza en la derecha con un puente sobre un aliviadero de dos luces con tajamar en medio, y en la izquierda con el otro puente sobre un arco de 3’5 metros de alto de 2’8 metros de luz, que había tenido una columna central y dos compuertas para la entrada del agua en el estanque. En la mitad de la construcción, corriendo bajo la vivienda a suerte de corredor, otro aliviadero con su compuerta ayudaba a la gestión de las aguas.


El molino de las Torres de Cereixo tenía tres rodicios (rueda hidráulica horizontal) del tipo de dorna (caldera), solidarios con su respectivo eje vertical, que arrastrarían su respectiva muela giratoria (capa). El molino designado en gallego como molino de dorna o molino de caldera, corresponde a la denominación castellana de “molino de regolfo”, a lo que parece una invención totalmente española de la mitad del siglo XVI.
  

El rodicio en este tipo de molino trabaja dentro de una cámara cilíndrica (la caldera) totalmente de piedra, de altura variable y de un metro de diámetro, totalmente integrada en la parte baja de la construcción, que carece de infierno. El agua llega por un canal prácticamente horizontal, cuyas paredes van estrechándose hasta finalizar en una regaña de unos diez o quince centímetros de ancho, por la que se vierte por la periferia interior de la caldera el abundante caudal. El giro, y por encima de todo, el peso de la columna de agua hacen girar el rodicio y agua sale por una abertura en el fondo de la caldera.


De tiempos antiguos se tiene documentados molinos de marea en Galicia: Acea da Ama (Culleredo, 1550), Aceas do Burgo (Culleredo, 1580), Muíño do Rei (Neda, 1609), A SECA (Cambados, 1622), Muíño das Torres de Cereixo (Vimianzo, 1674), As Aceas da Illa (Illa de Arousa, 1681), Aceñas da Ponte Gaiteira (A Coruña, 1751), Muíños de Lestache (en el río Xubia,1775), Lembeye ou Aceas do Ponto (Narón, 1785), As Aceas dos Verxeles (Viveiro, 1795), Muíño das Mareas (Muros, 1815), Aceas de Ove (Ribadeo, 1868), Muíño do Cura (Catoira, 1870), Muíño do Mar (Ortigueira, 1905).


Desde aquí, a través del hermoso PASEO FLUVIAL colmado de naturaleza, al que asoman los miradores de las viviendas y casas señoriales como VILA PURIFICACIÓN, con su MONUMENTAL HÓRREO y PALOMAR, debemos acercarnos a admirar la extraordinaria IGLESIA ROMÁNICA situada junto a las bellas TORRES DE CEREIXO.  

CRUCEIRO DO MUIÑO DAS TORRES
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